viernes, 4 de mayo de 2012


POR SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES




“Ver sonreír a un niño es el regalo más lindo que puede haber”


A Alejandrina López le sobra humildad y calidez, su hablar pausado y su tono bajo denota cierto pudor ante el grabador que la indaga, luego de un rato, comienza a soltarse y a mostrar entusiasmo al narrar, cierto orgullo se asoma en su mirada cuando nos cuenta sobre el comedor, pero su habitual sensibilidad le quiebra la voz y no puede evitar el llanto, la emoción contagia a quien escribe ; Ale, como la conocen en Cuidad Oculta, tiene 43 años, es mamá de cinco hijos, hace más de veinte que dejó Misiones, su tierra natal y se instaló en Bs. As, cargando con su pequeña hija y la condición esquiva de ser madre soltera, caminó la vida intentando un porvenir mejor para su familia, pero su afán fue mas allá, a finales de Octubre de este año, el comedor que preside cumplirá once años “Por amor a los niños” le da de comer semanalmente a 170 chicos de la Villa 15 Dice que este trabajo que está haciendo, la llena de satisfacción por todo aquello que pasó en la vida, de dar un poco lo que ella no tuvo, a los chicos sobre todo, que son siempre los primeros que sufren. En esta nota nos cuenta como comenzó con el comedor, su actualidad y los proyectos a futuro.

¿Cómo nació “Por amor a los niños”? 
-En un principio la idea del comedor era apenas una actividad recreativa, ante la situación de que había chicos que no tenían para comer, empezamos con una merienda, un merendero, siempre acompañada de todas las actividades que veníamos realizando con mi ex esposo; esto continuo y tuvimos la suerte de conocer gente, empresarios, que nos han dado una mano realmente muy grande, con la cual empezamos a dar una cena, después incluimos lo que era el almuerzo, todo trabajando siempre a pulmón, con ayuda de personas solidarias que se acercaban. Durante tres años estuvimos trabajando de esta forma y recién al cabo de un tiempo el Gobierno de la Ciudad nos incluyó en el Programa de Grupos Comunitarios; comenzamos con una casita muy precaria, después la fuimos transformando para esta actividad, fuimos cediendo nuestro hogar para hacer el comedor y con la misma empresa (American Express) que nos ayudo al principio, fue la que cada año nos iba otorgando dinero, fondos para que nosotros fuéramos arreglando día a día el espacio, ellos nos apradinaron con ayuda de una empresa extranjera. Llegamos a tener una biblioteca hermosa, muy bien montada en la planta alta del comedor, lamentablemente hace 4 años sufrimos un incendio en que la perdida fue total, realmente no pudimos rescatar nada, a pesar de estos largos cuatro años, no hemos tenido la suerte de volver a conseguir ni siquiera una parte de las cosas que hemos perdido.

¿Cómo fue empezar de nuevo?
-Fue difícil, tuve que tocar puertas, algunas se me habrían, otras no había respuesta directamente; conocí a una persona del ámbito político que me dio una mano interesante, con eso pude comprar materiales y volver a arreglar un poco la parte de la planta alta; el incendio no sólo afectó arriba sino también a la planta baja, con el agua muchas partes se fue deteriorando, fue muy duro, muy difícil, no sólo fue una crisis para la institución sino en cuanto a lo personal, la familia, ya que yo en ese momento ya estaba sola con mis hijos, en lo personal y en lo laboral fue durísimo, pero bueno gracias a Dios acá estoy de pie, con el apoyo de gente que me aprecia.

¿Quiénes te ayudaron cuando tuviste que empezar de nuevo?
-
Económicamente me ayudo una persona que se llama Homero, en ese momento estaba en la Comisión de Villas, una persona para mí muy importante que muy pocas veces vino al comedor, realmente creo que vino dos o tres veces y aún así me hizo el contacto con otra persona que también tenía la facilidad de hacer que me dieran materiales del Gobierno de la Cuidad, así pude conseguir por ese intermedio porque por parte de los que es Acción Social, de lo que depende los grupos comunitarios, no tuve ninguna respuesta porque el incendio fue en la planta alta no en el comedor.

¿Cuánta cantidad de chicos comen por semana en la actualidad? 
-Actualmente tenemos alrededor de 170 chicos, entre los que llevan viandas, los abuelos, las personas con problemas de discapacidad, de salud o casos más severos nosotros le permitimos que se lleven las viandas. De lunes a viernes estamos con lo que es el almuerzo y la merienda, y después los sábados tenemos las actividades, sería como un taller educativo, porque empezamos desde la mañana a las 11 con los chicos que vienen de primero, segundo y tercer grado a estudiar con las profesoras, las chicas voluntarias, después tienen la recreación que empieza a partir de la una, porque los chicos almuerzan, después la actividad recreativa y dos y media, tres ya comienzan con el turno tarde de cuarto grado para delante, así que estamos más o menos hasta las cinco y media, seis los sábados. También se les sirve una merienda antes de que los chicos se vayan; cabe destacar que los días sábados, nosotros no recibimos aportes del Gobierno de la Ciudad para el almuerzo que se está dando, tratamos de conseguir algunas cosas con ayuda de los profesores que vienen, alimentos secos para poder cocinar y lo que vamos racionando de la semana.

¿Con qué tipo de aporte cuenta el comedor? 
-Lo que nos manda el Gobierno de la Ciudad, que es para la cantidad de raciones que tenemos, lo que el relevamiento que ellos nos hicieron y bueno, ellos contaron la cantidad de raciones que envian.

¿Sólo eso, aportes de privados…
-No actualmente no, por eso estamos ahora intentando que nos pongan el en programa del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) con eso podemos no solamente seguir dando almuerzo los días sábados a los chicos que vienen a las actividades sino también ver la posibilidad de servir nuevamente la cena.

Con respecto a las expectativas, que te gustaría a vos que se dé en el comedor, qué otras actividades te gustaría incorporar
-Bueno yo en este momento, estuve esperando mucho para hacer un microemprendimiento, no contamos con un buen espacio pero bueno; la intención mía es mejorar todo en cuanto es a la actividad de los chicos y para los adolescentes o adultos tengo ganas de montar una panadería, pero todavía no tenemos bien pensado cómo sería el fundamento, pero en un principio lo que apuntamos es que se trate para personas que están, sobre todo madres solteras que no tiene trabajo, bueno que les sirva como una salida laboral: elaborar pan, y venderlo, en fin. Lo que nosotros anhelamos es poder contar, o sea, tenemos el espacio pero necesitamos materiales para poder terminar este lugar y tuvimos la suerte ya de poder conseguir la amasadora, la sobadora, el horno pizzero, obviamente faltan muchas cosas más: una bajada directa de electricidad que eso también cuesta dinero y también tenemos todo lo que comprar para materia prima, para eso también estamos buscando recursos. También queremos hacer unos arreglos en el comedor para poder, si Dios quiere, por lo menos intentar a formar lo que era la biblioteca.

SL


OCTUBRE DEL 2009

1 comentario:

  1. Cuando me enteré de la noticia no lo pude creer; son de esas que nunca uno espera
    Tuve la posibilidad de charlar con Alejandra en una de las visitas que hice al comedor.
    Ella me contó un poquito de su historia de vida y me sorprendió.
    La solidaridad traspasa fronteras, razas, distinciones religiosas y hasta la muerte.
    La muerte nos hace eternos y más así nuestras acciones.

    Me quedo con una frase que escuche hace poco por la televisón con motivo a la guerra de Malvinas.
    Una enfermera que era casi una madre para todos los heridos en batalla:

    “…Cuando hago algo por vos no me digas gracias a mi, hace algo por el otro…”

    Alejandra nos dejó eso a todos y debemos más que nunca recordarlo siempre.

    Un gran abrazo,

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